Hasta 90 viajeros llegan a viajar muchas mañanas en el primer autobús que conecta Zaragoza con la plataforma logística Plaza y lo hacen como “sardinas en lata”: el CTAZ reforzará el servicio desde este martes 14

Son las 4:50 minutos de la mañana. La Zaragoza que madruga empieza a “poner” las calles. Con apenas 1° de temperatura y sin posibilidad de acercarse en transporte público urbano hacia la plaza Emperador Carlos V, entre 80 y 90 viajeros utilizan el primer autobús de la línea 501 que conecta la capital aragonesa con el polígono logístico más grande del sur de Europa, PlaZa.
La mayoría de los viajeros, trabajadores inmigrantes que trabajan en turno de mañana, hacen uso de este servicio y, a las 14:00 horas, vuelven una vez acaban su jornada completa en diferentes industrias. La mayoría de ellos, salvo que tengan cambio de turno, utilizan el mismo bus y horario todos los días; otros, tienen la suerte de ir a su puesto de trabajo compartiendo coche con compañeros.
En la mayoría de casos, los usuarios frecuentes destacan que viajan en unas “malas condiciones”, con “hacinamientos” dentro del vehículo, e incluso se han llegado a registrar problemas entre usuarios que no han respetado la fila, algo que podría desaparecer con el refuerzo anunciado por parte del CTAZ y que arrancará este martes, 14 de octubre.

“Llegamos en algunos casos hasta 45 minutos antes a la parada para coger sitio y poder ir a trabajar”, dice una usuaria
La fila comienza entre 30 y 45 minutos antes de la partida del primer bus (5:20), a las 4:45, todas las mañanas. No importa que sople un fuerte viento, que haya niebla o que incluso esté lloviendo. Muy pocos quieren arriesgarse a quedarse en tierra y no poder ir a trabajar, siendo llegar con anticipación la única forma de asegurarse el sitio. La otra alternativa para llegar puntuales sería coger un taxi, cuyo coste puede llegar a los 25 € por trayecto.
Además de la interminable fila, que llega sobrepasar el Parque de Bomberos y que llega hasta la calle Pedro Cerbuna, otra cosa que llama la atención es la gran cantidad de patinetes que se montan al autobús. De hecho, el caos reinante ha hecho que la operadora del servicio, ALSA/Ágreda, haya colocado carteles en el interior del vehículo en los que informa a los viajeros de los sitios dónde poner los patinetes y que existe un límite de estos vehículos por cada trayecto.

Uno de los viajeros nos comenta que llevar patinete y usarlo no es tanto por las distancias dentro de la plataforma, que también son grandes, sino porque es la única forma de llegar a la plaza del intercambiador de Carlos V, donde tiene el terminal bus 501 que con el polígono con Zaragoza. “No hay posibilidad de llegar en autobús o tranvía al primer bus 501 de las 5:20, porque literalmente no hay. Hay quienes vienen caminando desde La Almozara y salen de sus casas a las 4:00”, comenta uno de los usuarios mientras tiene entre los pies su patinete para que moleste lo menos posible.
Otra usuaria frecuente destaca la importancia de respetar la fila. “Hace una semanas hubo una gran discusión entre dos viajeros. Uno de ellos no había respetado la fila, y el otro le recriminó que se pusiera el último y que si no entraba al autobús que hubiera llegado antes. Llegaron a pegarse y tuvimos que separarles”, dice indignada una trabajadora de una subcontrata de Inditex.
El bus arranca puntual a las 5:20 de la mañana desde Carlos V dirección a PlaZa: no admite viajeros desde su segunda parada
El conductor cierra las puertas del vehículo, el cual es moderno y de gran capacidad, y el viaje en el interior del bus 501 avanza dirección PlaZa por el sur de la capital. Tanto en Gómez Laguna, La Floresta como en Valdespartera varios viajeros se quedan en tierra. El bus pasa de largo. En Arcosur no se monta nadie.
Se viaja, literalmente, como «sardinas en lata« con muchos viajeros en la parte trasera del bus a la cual se accede tras subir dos escalones. De hecho, los cristales del autobús están completamente empañados, y los últimos afortunados de poder montarse al vehículo lo hacen junto a la cabina del conductor y mirando hacia la luna delantera.
Pesa a faltar 20 minutos para las 6:00 de la mañana, el tráfico de vehículos es muy intenso, ya que los trabajadores que entran en el turno de mañana acceden al mismo tiempo a la plataforma. Eso sí, no se llegan a producir atascos o retenciones, como sí ocurre entre las 8:00 y las 9:00 de la mañana.
El viaje a la línea 501 prosigue y la mayoría de viajeros baja las paradas de la primera fase de la plataforma logística tras echarse una pequeña cabezada para afrontar un duro día laboral. La mayoría de ellos lo hacen en la parada de la calle Osca, donde una subcontrata de Inditex emplea a centenares de personas. Sin embargo, los empleados se reparten en todos los centros productivos del polígono.
La situación puede cambiar desde este martes 14 de octubre: el CTAZ anuncia refuerzos en el servicio tras las denuncias ciudadanas
Tras las quejas de los usuarios, que llegaron a recoger firmas recientemente, el Consorcio de Transportes del Área de Zaragoza (CTAZ) ha anunciado que reforzará la franja matinal para que los primeros trabajadores de PlaZa puedan ir en condiciones óptimas a su puesto de trabajo.
Así, desde el martes, 14 de octubre, se activará una nueva frecuencia que saldrá a las 5:00 de la mañana de Violante de Hungría – Emperador Carlos V con el objetivo de «desatascar« el servicio de las 5:20, que ahora pasará a ser el segundo de la jornada.
Ahora tocará ver si a medio plazo el Ayuntamiento de Zaragoza se «atreverá» a adelantar el servicio tranviario y algunas líneas urbanas para que los viajeros puedan transbordar a este primer servicio, ya que los usuarios carecen en la actualidad de conexiones urbanas fiables con el servicio de las 5:20.