Ansó

Ansó, un pueblo salvaguardado

Ansó mantiene su calidad de pueblo pirenaico

Ansó es un precioso pueblo perteneciente a la comarca de La Jacetania. Prácticamente fronterizo con Francia es un pueblo lleno de historia entre sus calles.

Durante el año 1272 se le adjudicó al pueblo el privilegio de tener el papel de guardián de una de las rutas de acceso al Valle del río Aragón por parte del rey Jaime I de Aragón para resistir el avance de los ejércitos musulmanes.

Es un pueblo de largas tradiciones, queda plasmado en que durante el año 1375, Ansó y el reino navarro de Roncal pactaron los límites y derechos de pasto entre los dos pueblos a cambio de un tributo mutuo de tres Vacas, tributo que hoy en día se sigue realizando todos los 6 de Octubre.

De igual modo que otros pueblos del Pirineo, Ansó lleva años recibiendo un importante flujo de turistas, en su mayoría, atraídos por sus pistas de esquí. Sin embargo el pueblo ha conseguido evitar la masificación de otras localidades de esta zona, debido a que recientemente se le ha concedido la catalogación de Bien de Interés Cultural, por lo que sus valores arquitectónicos, paisajísticos y ambientales están salvaguardados. Además, está dentro de la prestigiosa lista de Pueblos más bonitos de España por lo que su belleza y peculiaridad lo hace aun más especial.

Uno de sus elementos arquitectónicos más característicos son las denominadas “arteas”. Son pasillos de unos cincuenta centímetros de ancho que separan cada una de las viviendas.

Si pasas por Ansó no te olvides de visitar la Iglesia de San Pedro. Un lugar de enormes dimensiones y construida a modo de defensa ante los invasores que esconde muestras de arte y una construcción arquitectónica de gran calidad visual.

Ven a Ansó y disfruta de alguno de los quesos de oveja, de producción artesana que siguen realizando sus gentes en sus casas.

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