La indignación entre los usuarios navarros, riojanos y los ribereños aragoneses sigue creciendo por los problemas que tiene el servicio entre Zaragoza, Pamplona y Logroño

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Aunque en los últimos días la saturación de los trenes que comunican Zaragoza con Pamplona se ha visto agravada por las Fiestas de San Fermín en la capital navarra, los usuarios señalan lo mismo al unísono: las escenas de viajar de pie o sentados en el suelo no solo son puntuales para las fiestas populares de Pamplona, sino casi diarias.
La situación de ‘crisis‘ que vive desde hace años el popular servicio que vertebra la Ribera Alta del Ebro, previo paso por el núcleo de Cercanías Zaragoza, y que conecta la capital aragonesa con ciudades tan importantes como Tudela, Pamplona o Logroño sigue agravándose este verano.
Pese a la retirada de la gratuidad con los abonos recurrentes y la posible reducción de la movilidad al estar en meses estivales, la inclusión del programa ‘Verano Joven‘ y los enlaces al AVE en la estación Delicias han incrementado la afluencia de viajeros de manera notable.
Los problemas se incrementaron tras una mala decisión de Renfe y del Ministerio de Transportes hace más de un año
El origen del malestar se sitúa en la decisión de Renfe, la operadora ferroviaria estatal, de sustituir los tradicionales trenes regionales que cubrían esta ruta por las unidades Civia, un tipo de tren concebido originalmente para trayectos de cercanías. Estos trenes, aunque modernos, están diseñados para desplazamientos cortos y ofrecen menos comodidades para viajes de más de dos horas, si es que no hay incidencias.
Los usuarios se han encontrado con un problema cada vez más común: durante los trayectos, muchos deben viajar de pie debido a la falta de plazas sentadas disponibles, ya que las unidades de Cercanías de Renfe no cuentan con suficientes asientos para la demanda, ni ofrecen tampoco la posibilidad de reserva. Además, las condiciones de espacio y confort son limitadas, lo que agrava la fatiga y el cansancio, especialmente para quienes realizan estos viajes a diario por motivos laborales, de ocio o estudios.
Cansados de un viaje que muchas veces supera las tres horas por las incidencias, son cada vez más los usuarios que optan por sentarse en el suelo. No es de extrañar que en las estaciones de Goya y Delicias los viajeros suban a la carrera para asegurarse asiento.
Estas situaciones han sido denunciadas especialmente en Navarra, con el alcalde de Tudela, Alejandro Toquero, liderando las críticas, quien considera que el problema se da tanto hacia Zaragoza o Pamplona. El alcalde popular llama al convoy como el ‘tren de la vergüenza‘.
En La Rioja, las quejas llegan especialmente desde los medios de comunicación, que bautizan al convoy como el ‘tren chispita‘ cuando sufre una avería o retraso. Aunque los problemas de capacidad son menos frecuentes que en Navarra, también se dan, algo que combinado con la falta de frecuencias genera un amplio malestar en la población riojana, que necesita conectar con la estación Delicias para trayectos hacia Barcelona, Valencia o Huesca.
Sorprende que en la parte aragonesa las quejas de las instituciones sean muy reducidas si se comparan con las remitidas desde las comunidades vecinas. El Gobierno de Aragón apenas se ha manifestado al respecto sobre la situación de este servicio, quizá porque se considere que para la comunidad es mejor «pelear» por mejorar otros corredores como el de Huesca-Canfranc y el de Teruel-Valencia.
Promesas, de momento, incumplidas por parte del Gobierno de España: los trenes Alaris de la serie 490 de Renfe siguen sin llegar
Frente a la presión social y política, el Gobierno de España a través del Mitma y su ministro Óscar Puente ha reconocido la problemática y se ha comprometido a introducir mejoras. En concreto, anunció que a partir de enero de 2025 se empezarían a poner en marcha nuevos trenes de la serie Alaris, diseñados para trayectos de media distancia con mayor capacidad, confort y servicios adaptados a las necesidades de los viajeros.
Sin embargo, este cambio aún no se ha producido, por lo que lleva meses de retraso. La puesta en servicio de estas nuevas unidades de la serie 490 de Renfe ha sufrido retrasos sin que hasta la fecha se haya fijado una fecha definitiva para su entrada en circulación, pese a que estos convoyes, retirados hace años del servicio por fallos, se encuentran realizando pruebas técnicas en la vía en la mitad sur del país tras solucionar en talleres los problemas que sufrían.
Pese a las promesas para introducir este tren, los planes de Renfe para el corredor del Ebro siempre se han desconocido. Las únicas informaciones conocidas apuntaban a que los convoyes transformados y adaptados conectarían de manera rápida la estación Delicias con Pamplona y Logroño, sin saber si habrá una sustitución de material dentro de los horarios actuales o si se crearán nuevas frecuencias.
