Ni Alcampo ni Mercadona: el supermercado más barato de la ciudad de Zaragoza se sitúa fuera de la trama urabana de la capital aragonesa

¿Dónde se encuentra el supermercado más barato de Zaragoza? La respuesta no es tan evidente como parece, pero sí tiene una dirección concreta. Es una de las preguntas más repetidas en los últimos años, la cual no admite discusión, si tenemos en cuenta que existen estudios por parte de la OCU que determinan la superficie más barata.
En tiempos de inflación persistente y carritos de la compra cada vez más caros, muchos zaragozanos se han convertido en auténticos detectives del ahorro. Comparar precios, estudiar catálogos y recorrer varios supermercados en busca de la mejor oferta ya no es una rareza: es una necesidad. Y en esa búsqueda constante por estirar el euro, Zaragoza no es una excepción.
La ciudad cuenta con una oferta variada de supermercados. Grandes cadenas nacionales, hipermercados tradicionales, establecimientos lowcost, nuevas fórmulas especializadas en productos de stock, tiendas de cercanía… Pero no todas cuestan igual. De hecho, entre el supermercado más barato de la ciudad y el más caro puede haber una diferencia de más de 1500 euros al año en el gasto total de una familia media. Eso equivale a llenar el depósito del coche varias veces, pagar una factura energética importante o incluso costear una semana de vacaciones.
Pero ¿quién lidera esa batalla de precios bajos? Aunque algunos pensarán en nombres habituales como Alcampo, Lidl o Mercadona, lo cierto es que en Zaragoza el primer puesto no pertenece a ninguna de estas cadenas tradicionales. Y, lo más curioso, es que su nombre ni siquiera es tan conocido entre todos los consumidores.
La clave está en mirar hacia el suroeste de la ciudad, en un centro comercial que ha cambiado mucho en los últimos años, y que lo va a seguir haciendo próximamente: Plaza Imperial. Allí, en lo que antiguamente era un outlet de El Corte Inglés, se encuentra el supermercado más barato de Zaragoza. Y no es otro que Family Cash.
Este establecimiento de grandes dimensiones (rozando los 5000 metros cuadrados) ha conseguido colocarse en lo más alto del podio de la eficiencia económica. No sólo por el precio de su cesta básica, sino por el equilibrio entre variedad, cantidad y ahorro. Su catálogo incluye desde productos frescos a electrónica, menaje del hogar, textil y limpieza. Pero lo que más atrae al consumidor es su política de precios bajos constantes, sin necesidad de recurrir continuamente a promociones llamativas ni ofertas temporales.
Muchos clientes descubren que los productos de marca blanca, sumados a ofertas estables y una amplitud considerable de surtido, permiten hacer la compra semanal por mucho menos dinero que en otros establecimientos.
El supermercado también ha conseguido fidelizar a su clientela gracias a una experiencia de compra muy funcional: pasillos anchos, buena señalización, atención al cliente amable y horarios amplios. Abre de lunes a sábado y suele mantenerse operativo hasta entrada la noche, algo que facilita las compras después del trabajo o los sábados a última hora, máxime teniendo en cuenta la cercanía de la superficie a PlaZa y Centrovía.
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Además, su ubicación, a pie de autovía, permite un acceso cómodo tanto para vecinos de Zaragoza capital como para personas que vienen de municipios cercanos, especialmente de los que viven en la comarca del Valdejalón. El aparcamiento gratuito y la posibilidad de hacer una compra completa en una sola visita (sin tener que pasar por varios establecimientos) son factores adicionales que muchos valoran.
Por supuesto, no todo el ahorro se consigue con una única decisión. Aunque Family Cash lidera el ranking de precios bajos en la ciudad, hay otras cadenas que también se esfuerzan por mantener la competitividad. Lidl o Primaprix son solo algunas tiendas de descuento localizadas en barrios periféricos o en el centro de la ciudad que también forman parte del ecosistema del ahorro. Sin embargo, cuando se comparan decenas de productos básicos en igualdad de condiciones, el supermercado de Plaza Imperial se mantiene consistentemente como el más económico.
El perfil de su cliente es variado: familias numerosas, inmigrantes, personas mayores con pensiones ajustadas, jóvenes que se independizan por primera vez o parejas que buscan optimizar su presupuesto sin complicarse demasiado. Eso sí, para algunos habitantes de la ciudad de Zaragoza, el ahorro no compensa teniendo en cuenta que hay que invertir más tiempo para ir hasta allí y que no es accesible fácilmente en transporte público. Necesitas un vehículo particular, y el coste de la gasolina puede no compensar el ahorro en el ticket final.