Un informe técnico del Ayuntamiento avala la peatonalización mientras vecinos y políticos se posicionan a favor de que pasen buses y taxis
Es uno de los debates más eternos en la capital aragonesa. La situación del puente de Piedra, uno de los más transitados peatonalmente en la ciudad y por donde pasan actualmente varias líneas de autobús (incluyendo bicicletas, taxis, el bus turístico y servicios de emergencias), que actualmente permite el paso del tráfico, vuelve a traer polémica. En este caso, por las informaciones que llegan de los técnicos del consistorio.
Según ha publicado El Periódico de Aragón, «tarde o temprano el puente de Piedra tendrá que ser peatonal». Así lo asegurarían técnicos de Movilidad del Ayuntamiento de Zaragoza, con un informe en la mano, el cual no sería vinculante y que contradice la decisión política que se adoptó el pasado 27 de enero en pleno municipal.
En dicho informe (del 23 de enero), según EPA, se hace referencia a que el puente es una construcción del siglo XV, que se encuentra catalogada como Bien de Interés Cultural, y que ya sufrió «ciertos daños» por la elevada densidad de tráfico que lo cruzaba de la margen izquierda a la derecha de la ciudad. En el documento se especifica que «el tráfico que pasa actualmente, si bien se considera que no va a causar daños en la estructura del puente, no es algo que le venga bien y obliga a un mantenimiento mayor».
Asimismo, también hay dos razones «extra»: la peatonalización de Don Jaime I y, por otro lado, la accesibilidad, «ya que la anchura del espacio de paso fuera de la circulación de autobuses es de apenas 1,50 metros, 30 centímetros menos de lo que establece la orden ministerial».
La peatonalización causaría el desvío de varias líneas de autobús
Peatonalizar el puente de Piedra provocaría el desvío de todas las líneas de transporte de Avanza que pasan por allí. Los desvíos serían idénticos a los que asumen las líneas cuando se corta el puente por el Mercado Medieval o las Fiestas del Pilar.
Los autobuses que vienen del eje de la avenida de Cataluña serían los menos afectados, ya que podrían enfilar el puente de Hierro sin problemas y grandes rodeos. El problema vendría con las líneas 35 y 36, que desde San Juan de la Peña y Sobrarbe, tendrían que asumir una vuelta mayor.
En el caso de la 35, su recorrido por Valle de Zuriza, Muel, avenida Puente del Pilar y Echegaray y Caballero podría suponer un incremento de los tiempo de viaje de, alrededor, los 10 minutos, mientras que la 36 tendría que circular por el interior del Arrabal, a La Chimenea, Atarés y puente de La Almozara, algo que «amputaría» parte del tramo donde más viajeros usan la línea, que es Echegaray y Sobrarbe.
La «futura alcaldesa», en contra radicalmente
Tras la publicación de El Periódico de Aragón, la actual consejera de Movilidad y Servicios Públicos del Ayuntamiento y candidata a la alcaldía de Zaragoza por el Partido Popular, Natalia Chueca, se pronunció en Twitter asegurando que estaba en contra de la peatonalización.
Sin que los zaragozanos hayan acudido a las urnas, se erigió como «la futura alcaldesa de Zaragoza» y comentó que, como ya dijo en varias ocasiones, «ni se ha peatonalizado ni se va a peatonalizar el puente de Piedra». Cabe destacar que, en el pleno del 27 de enero, cuando se debatía una moción presentada por Podemos, la consejera no estaba presente en el Salón de Plenos. Fue la consejera de Infraestructuras, Patricia Cavero, quien defendió la postura del equipo de Gobierno e informó de que se habían multado a 37 conductores de autobús urbano por exceder la velocidad permitida.
«Los vecinos de la margen izquierda pueden estar tranquilos«, termina en su tuit, que se puede ver, a continuación, y que ya han visto más de 16.000 personas en la red social.
https://twitter.com/ChuecaNatalia/status/1634466892030017538?cxt=HHwWhICwidC-5a4tAAAA
Posicionamiento de los partidos políticos municipales y los vecinos de la margen izquierda ante una posible peatonalización del Puente de Piedra
Los vecinos, especialmente las AAVV de Jesús, Arrabal y Picarral consideran que la idea de peatonalizar el puente de Piedra les dejaría «huérfanos» en transporte público para acudir al centro de la capital aragonesa desde la margen izquierda del Ebro.
En cuanto a los grupos municipales, desde Vox consideran que hacerlo peatonal «es forzar algo que los vecinos no han querido y que, además, causaría graves problemas en el transporte público». Desde ZeC consideran que «una peatonalización debe ser siempre primando la movilidad de los de vecinos y llegando a un acuerdo con ellos».
Por su parte, el PSOE también considera que un decisión así debe tomarse con el beneplácito de los vecinos afectados y buscar consensos con «soluciones sensatas». Mientras, desde Podemos, siguen en la misma línea, pero consideran que el actual Ayuntamiento no entiende la movilidad «de manera global» y que el mensaje que se debe transmitir a los vecinos es el de «que no se debe peatonalizar el puente si no existen alternativas».
En el verano de 2021, desde nuestra cuenta de Twitter, lanzamos una encuesta en la que participaron 3300 usuarios y el 61,8 % de los usuarios opinaron que el puente debería ser peatonal.
No todos los vehículos son tratados por igual: las bicicletas no pueden circular
Actualmente, aunque se permite el paso de buses y taxis, las bicicletas no pueden circular en la confluencia del puente, a la altura de Echegaray y Caballero. Pese a que existe carril bici, este queda interrumpido a la altura del puente, lo que obliga a los ciclistas a cargar la bicicleta durante 30 metros. En los últimos meses, la Policía Local ha interpuesto decenas de multas a ciclistas que, en este punto, no se han bajado de su vehículo.
El giro a la izquierda, que realiza la línea 36 a Echegaray desde el puente de Piedra, es uno de los más peligrosos de la ciudad, el cual ya ha registrado víctimas mortales por atropellos. El problema principal, la falta de visibilidad a la hora que tienen los conductores a la hora de girar hacia Echegaray al estar las peanas de hormigón donde se sitúan los leones. Asimismo, algunos peatones cruzan en diagonal el paso de cebra situado tras La Lonja.