La línea 24 es la más usada de la red y podría ser eliminada para crear una línea circular: este es nuestro análisis
Los vecinos de Valdefierro y, en menor medida, los del barrio Oliver y Los Enlaces, se muestran “preocupados” y “enfadados” ante la posibilidad de que la línea 24 sea eliminada por parte del Ayuntamiento de Zaragoza.
Aseguran las asociaciones vecinales de Valdefierro que no reciben apenas información de la “hoja de ruta” o de las acciones a tomar por parte del consistorio ni, tampoco, de Tatiana Gaudes, la concejal de Servicios Públicos y Movilidad que, para más inri, fue la presidenta del distrito Oliver – Valdefierro.
El “cabreo” del barrio, situado en el suroeste de la ciudad, es mayúsculo. De hecho, han sido ya varias las concentraciones que se han realizado por las calles del barrio en las que se ha solicitado que no se elimine el popular trayecto que les conecta con Las Fuentes, previo paso eso sí por Las Delicias, Universidad y San José. La última manifestación duró hora y media y saco a la calle a más de 1000 vecinos hasta la rotonda de Los Enlaces.
En la zona no se entiende que se plantee suprimir un trayecto tan demandado, puesto que no solo es la línea más usada de toda la red de autobuses de la ciudad, con casi 9 millones de validaciones en los últimos doce meses, sino que además es empleada por, diariamente, 12.000 vecinos de esta zona, según los colectivos vecinales.
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La triple razón por la que el Ayuntamiento plantea la supresión de la línea 24 de Avanza Zaragoza
La primera razón es que en el programa electoral de la alcaldesa popular, Natalia Chueca, se llevaba la idea de crear una línea circular en la ciudad.
Una nueva línea que, a priori, es una excelente noticia, porque mejoraría las conexiones entre muchos barrios, dado que el transporte público en la ciudad es bastante mejorable (es el peor servicio valorado por los ciudadanos de la ciudad, según el barómetro municipal). No obstante, como si no hubiera zonas a las que atender con escaso servicio de transporte, esta nueva línea se desea crear por el mismo recorrido que tiene la línea 24, aunque con alguna salvedad.
Las nuevas circulares, que serían la Ci3 y Ci4, coincidirían con el trayecto de la 24 desde la avenida de Madrid (a la altura de la calle Rioja) hasta Las Fuentes (paseo Echegaray y Caballero). Es decir, la nueva línea se quedaría fuera del recorrido actual de la 24 entre la calle Rioja, por avenida de Madrid, hacia Valdefierro, por Los Enlaces, la avenida Manuel Rodríguez Ayuso y las calles interiores de Valdefierro como Aldebarán o Miguel Ángel Blanco, entre otras, de ahí a que el consisitorio plantee su eliminación y que la mayoría de las quejas sean de los barrios situados al oeste de la capital.
Por otro lado, en el recorrido que no coincide con la actual 24, la nueva línea tendría un itinerario por ambas márgenes del río Ebro hasta el barrio de La Almozara y, de ahí, circularía hasta la estación Delicias para “subir” por calle Rioja y “volver” a su recorrido por la avenida de Madrid.
El segundo motivo es el económico. La creación de una línea circular va a consumir muchísimos recursos económicos dentro del presupuesto que se destina cada año a mantener el transporte urbano de la ciudad. El Ayuntamiento de Zaragoza no está dispuesto a invertir más dinero del que considera necesario para mejorar la red de autobuses. No quiere que se dispare el kilometraje (coste) de las diferentes líneas. Traducido al castellano, la alcaldesa de la ciudad prometió antes de las elecciones una línea que, pese a saber que la mentalidad actual del consistorio es la de no disparar la factura por mejorar el servicio, no podía pagar sin recortar el resto de líneas.
La tercera razón es que no hay vehículos suficientes para cumplir la promesa electoral. Así, tendrá que recortar el servicio del resto de trayectos o gastarse una millonada en nuevos vehículos (siendo esta última opción nada probable, máxime si se tiene en cuenta que los actuales eléctricos los paga mayormente Europa).
Entonces, por un lado, le serviría la supresión de la línea 24, puesto que tiene cerca de 20 vehículos asignados en días laborales. Esta cifra de autobuses en la calle serviría para crear parte de la línea nueva. No obstante, haría falta un esfuerzo mayor, de ahí a que se planteara inicialmente suprimir también la línea 34. Esto es, desvestir un santo para vestir otro.
Las posibles alternativas
Una de las promesas de la alcaldesa es que ninguna zona verá empeorado su transporte. Chueca ha asegurado que la línea circular conviviría con el resto de trayectos los primeros meses o semanas y que, posteriormente, se estudiaría reorganizar las líneas. A medio plazo es irreal que estas nuevas líneas convivan con la línea 24 tal y como la conocemos, ya que el déficit del servicio se dispararía enormemente.
De hecho, si se pierde la línea 24 se planteaban otras soluciones, como la creación de una línea 37, que uniría el barrio Oliver con Valdefierro a través de avenida Madrid y Navarra. Con ello se conseguiría reforzar parte del recorrido que se perdería quitando la 24 y creando la nueva circular. Eso sí, es una propuesta que no convence a las asociaciones vecinales del barrio. Lógico, porque la conexión entre los dos barrios vecinos no sería de manera directa ni por asomo.
Estas asociaciones desean contar con dos líneas más de autobús, aparte de la 24 y 36. Una, la 38, que podría extender su recorrido desde la Ciudad Escolar Pignatelli hasta la nueva zona urbanizada del barrio y, otra, la 57, que podría prolongarse desde Casablanca, por el nuevo hospital de Quirón, la cooperativa de taxis, el CDM Valdefierro y llegar hasta Vía Láctea. Hasta el momento, el Ayuntamiento de Zaragoza no se ha pronunciado sobre ambas ideas que, sobre el mapa, tendrían sentido, pero que conllevarían un incremento de costes importante.
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