Utebo ha dicho adiós a su pasarela, una de las más utilizadas en el área metropolitana: en pocos meses dará la bienvenida a una avenida completamente reformada dejando atrás su pasado como carretera

Utebo se ha despedido recientemente de su ‘mítica’ pasarela sobre la N-232 tras cuatro décadas de convivencia. El objetivo de la misma era conectar tanto la parada del bus a Zaragoza (603), el Alcampo y la urbanización Torreblanca (que pertenece al término municipal de Zaragoza) con el casco urbano de la capital de la Comarca Central.
Desde hace unas jornadas, los ciudadanos deben cruzar un paso de cebra provisional habilitado a la espera de que las obras de transformación de lo que era la carretera avancen hacia la ansiada nueva configuración urbana que tendrá la travesía. La retirada de la estructura, visible y simbólica para varias generaciones de habitantes de Utebo, marca el inicio de una etapa en la que la N-232 dejará de ser una frontera física para convertirse en una avenida integrada en el municipio.
Sin embargo, las dudas se han disparado en la población. Hay algunos uteberos que echan la mirada atrás y, además, se preguntan la razón por este desmontaje tras tantos años cumpliendo la función de conectar ambas márgenes de la travesía con total seguridad. Para parte de Utebo, la pasarela era molesta, incómoda y envejecida. De hecho, tuvo que someterse, tras las quejas ciudadanas, a una pequeña remodelación en el año 2018. No obstante, otros ciudadanos ponen el foco en la seguridad, «lo más importante» a la hora de cruzar una zona con un tráfico intenso tanto dirección Tudela como Zaragoza. Son muchas las voces que opinan que con un paso regulado con semáforos y paso de cebra no está garantizada la seguridad.
Es de esperar, eso sí, que el tráfico se reduzca de manera considerable, como ya ocurrió con el tramo reformado en Casetas. Así, el debate vecinal oscila entre la nostalgia y la prudencia.
«La pasarela estaba vieja, sí, pero sabías que cruzabas sin peligro«, resume una vecina del barrio de Malpica que se dirige hacia el supermercado Mercadona situado en la margen izquierda de la antigua carretera.
Para Matilde, que se dirige a coger el Casetero para bajarse en Torres de San Lamberto, es una buena noticia la retirada. «Sabemos que va a quedar la zona como una avenida más de la ciudad de Utebo. Ya no será una brecha ni tampoco tendremos que estar expuestos al cierzo, a las caídas y a las carreras para coger el autobús cuando lo veías llegar a lo lejos. Estará todo más integrado«, dice, contenta y positiva de cara al crecimiento futuro de Utebo.
Por último, Fernando, sentado en una terraza en el lado urbanizado de Utebo, recuerda cómo pelearon para conseguir la pasarela. «Tuvimos que cortar la carretera con un par hace casi 50 años para que la construyeran tras varios atropellos mortales. Que la quiten así, sin mucha información y sin terminar las obras, qué quieres que te diga, me deja muy enfadado», confiesa mientras señala con su bastón hacia el punto donde se situaba la pasarela.
Lo que está por venir: una transformación radical de la N-232 en una avenida integrada en la localidad de Utebo
Lo que está más que claro es que la desaparición y reforma de este tramo, que ya ha dejado de ser carretera, marca un antes y un después en la relación del municipio con la N-232. Aunque seguirá cruzando parte del término municipal (desde la rotonda de El Águila a la divisoria con Casetas), la parte donde se concentra más actividad y población estrenará en 2026 un aspecto muy diferente al de ahora (con todo levantado por las obras) y, por supuesto, al de antes.
Las obras están transformando ya por completo una antigua carretera, que había perdido mucho tráfico en favor de la variante Z-32, en una avenida que contará con aceras más anchas, pasos de peatones a nivel y un carril bici segregado del tráfico.
La actuación incluye la creación de varias rotondas en cada salida o entrada al municipio, por lo que no se dependerá de entrar únicamente por la Z-32 a la altura de la rotonda de El Águila. Así, habrá glorietas en todos los cruces principales: avenida Navarra, Zaragoza, Cuba y Puerto Rico. Por lo tanto, también quedará desmontado el puente del tráfico que conecta Garrapinillos con Utebo.
El alumbrado quedará renovado, además del sistema de drenaje y el firme con un pavimento que conseguirá reducir el ruido, sobre todo para que este no afecte a los vecinos de Utebo Park, la urbanización que se sitúa al otro lado del hipermercado. El entorno incorporará mobiliario urbano, marquesinas, zonas verdes y arbolado, por lo que su imagen como avenida quedará más que reforzada.
Los trabajos, que ascienden a un coste de 7,8 millones de euros, están financiados con fondos europeos y, tras finalizar, la avenida pasará a manos del consistorio utebero para su gestión como viario municipal.
Utebo, como ya lo hizo Casetas, dejará atrás de manera parcial su pasado como punto neurálgico en la conexión entre Zaragoza y el Mediterráneo con el Cantábrico y la Ribera Alta del Ebro. El tráfico, pacificado cuando se inaugure el tramo a los 30 kilómetros por hora, tendrá como alternativa la variante y quedará repartida mejor la entrada a la localidad.
