La capital aragonesa podría registrar temperaturas extremas para un mes de abril tras un inicio de 2023 muy seco
Dice el dicho que, en abril, aguas mil. Y este mes de abril se va a despedir como uno de los más secos y calurosos que se recuerdan en la capital aragonesa y el resto de España. No solo por lo vivido ya, desde inicios de este mes, sino también por el tiempo que nos espera durante las próximas jornadas.
Pese a que lluvia llegó durante el sábado, 22 de abril, en la previa de San Jorge, apenas fueron 2 litros por metro cuadrado los que registraron las estaciones meteorológicas oficiales dentro del término municipal de Zaragoza. Y, podemos asegurar, según las previsiones y modelos, que este mes se va a despedir sin grandes precipitaciones.
Dos datos que son preocupantes en la ciudad de Zaragoza
Aunque podría haber más datos, hay dos que van a estar en boca de todos durante los próximos días. Uno de ellos, el de la temperatura máxima (y probablemente mínima también) más alta registrada jamás en la ciudad para un mes de abril. Las previsiones apuntan a máximas de 35 e incluso 36 grados en la Ribera del Ebro. Como se puede ver en la fotografía adjunta más abajo, la Agencia Estatal de Meteorología prevé los 35 grados y hace unas horas pronosticaba 36.
Cabe destacar que el ‘robot’ que predice el tiempo en la AEMET, a medio plazo, suele dar temperaturas más extremas, por lo que hemos mirado otras páginas para ver si es probable que se pueden alcanzar estas temperaturas. Aunque rebajan un poco el calor, el resto de previsiones apuntan a temperaturas de 34 grados para el jueves, 27 de abril, en Zaragoza, y de 32 – 33 para los días cercanos.
Así, la ciudad de Zaragoza batiría su anterior marca extrema, de 32,4 grados del 9 de abril de 2011, viviendo su día más caluroso desde que se tienen registros para un mes como este. Se trata del primer dato preocupante, aunque también habría que observar la temperatura mínima a primera hora de la mañana, que también podría dar que hablar. En definitiva, una temperatura más propia de julio que de este mes.
El otro dato que preocupa a los expertos: la lluvia caída durante todo el año
Estamos a punto de finalizar el cuarto mes del año 2023 y, a estas alturas, en la ciudad, tendrían que haber caído más de 90 litros por metro cuadrado. Sin embargo, apenas llevamos 24, tres veces menos de lo habitual.
Una situación de «sequía extrema» que, de no corregirse en el mes de mayo, antes de la llegada del verano, pone en serios apuros la gestión hidrológica de la Cuenca del Ebro. Hay que tener en cuenta, además, que toda la península está pasando por el mismo problema.
Los incendios forestales de Teruel y Mequinenza alertan de que la situación de este verano, si en mayo no llueve, puede ser «catastrófica», ya que el terreno se encuentra muy seco y las reservas de agua en muchos embalses están bajo mínimos. Por ejemplo, el de Yesa, del que se abastece la ciudad de Zaragoza a día de hoy, está al 55 % de su capacidad y desciende rápidamente, sin apenas reservas de nieve, cuando lo normal es que alcance en el mes de mayo su pico más elevado de agua embalsada fruto del deshielo pirenaico.