Zaragoza y en especial el barrio de Valdespartera pierde un local de desayunos y meriendas que «saltó» posteriormente, con un segundo local, a la avenida de César Augusto

Cada vez estamos más acostumbrados a inaugurar y también de ser testigos de cierres de establecimientos, de manera muy rápida, en la ciudad de Zaragoza. Los cambios que se producen, especialmente en la hostelería y las tiendas de ropa, son veloces fruto de una sociedad y una economía que no da tregua y, prueba de ello, es el del cierre de un local (que no negocio) que ha marcado un antés y después en los desayunos en la ciudad.
El barrio de Valdespartera dice adiós a uno de los locales que más ha contribuido en los últimos años al auge en las propuestas de especialidad en Zaragoza y a asentar una oferta gastronómica en un barrio joven que no para de crecer con diversas propuestas de ocio y restauración.
Nati Natillas, conocido por sus brunch completos, su repostería casera y unas tostadas que se hicieron virales entre los vecinos, ha anunciado el cierre del establecimiento donde todo comenzó. Algunos se lo esperaban, ya que la afluencia se había reducido desde la apertura del local del centro, el cual seguirá abierto con total normalidad.
El local abrió en 2022 y enseguida se convirtió en una parada imprescindible para quienes buscaban desayunos y meriendas creativas. Muchos zaragozanos iban de propio los fines de semana para probar sus platos que, entre otras creaciones, destacaba con exquisito bagel de salmón o la tostada de aguacate con stracciatella.
Un cierre lleno de emoción que ha sorprendido a muchos y narrado en redes sociales: «no es un adiós. Es un ‘nos vemos donde siempre'».
A través de sus redes sociales, los responsables del negocio han compartido un mensaje cargado de recuerdos. Explican que despedirse de Valdespartera ha sido un proceso emocional, porque allí vivieron sus primeras colas en la puerta, sus primeros brunch multitudinarios y también a los primeros clientes que, con el tiempo, se han convertido casi en familia.
Aseguran que ese local fue “escuela, impulso y hogar”, y que gracias al apoyo del barrio pudieron crecer y consolidarse en toda la ciudad. «Cerrar Valdespartera es una sensación difícil de explicar«, destacando que, por un lado, «deja el pellizco en el pecho de las primeras veces», pero que «se cierra una etapa», «bonita» y que por eso «emociona».
Las reacciones de lamento y sorpresa no se han hecho esperar con casi 100 comentarios de clientes asiduos. «Se veía venir. Desde que abristeis en el centro de la ciudad era un temor, y se acaba de confirmar«, dice una usuaria. «Os vamos a echar de menos». «Estoy llorando, pero me alegra que estéis en el centro», dicen otras personas que se encuentran impactadas por el cierre en el sur de Zaragoza.
Eso sí, aunque el establecimiento original baja la persiana, el proyecto sigue adelante. Desde el verano de 2024 cuentan con un segundo local en avenida César Augusto, número 40, en pleno centro de Zaragoza, donde continúan ofreciendo cada día su carta de brunch y postres caseros. Lo afrontan como el inicio de una nueva etapa, con ilusión por todo lo que está por venir y con ideas de futuro que todavía no han desvelado. De hecho, ahora estrenan su carta especial por Navidad.
Antes de cerrar definitivamente, quisieron dedicar unas palabras a Valdespartera, el barrio que los vio nacer: “No es un adiós. Es un ‘nos vemos donde siempre’”. Ahora, muchos vecinos valdespartanos tendrán que realizar el recorrido inverso que muchos zaragozanos hicieron en su día, antes de la apertura en el centro, para poder disfrutar de los platos: coger el tranvía para reencontrarse con sus platos y gente favorita.