La capital aragonesa es el quinto municipio de España que más crece en términos absolutos y mira ya a los 800.000 habitantes en la próxima década

La eterna discusión demográfica entre Sevilla y Zaragoza ha vuelto a ocupar titulares en las últimas horas, esta vez con un giro o sorpasso histórico. El último Censo oficial publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) sitúa a Zaragoza ya, ahora sí, por delante de la capital andaluza, convirtiéndose oficialmente en el cuarto municipio más poblado de España.
Según el Censo del INE a 1 de enero de 2025, Zaragoza supera a Sevilla por 10.293 personas, consolidando una tendencia que ya venían apuntando los incrementos demográficos de la capital aragonesa durante los últimos años. Mientras Zaragoza destaca por un crecimiento moderado pero constante, impulsado por nuevos desarrollos residenciales y la atracción laboral derivada de su entorno logístico e industrial, Sevilla afronta un estancamiento prolongado que se refleja desde hace más de una década tanto en el padrón como en los recuentos censales.
Un cambio que, aunque no modifica la realidad cotidiana de los ciudadanos ambas urbes, sí altera la narrativa demográfica tras años en los que las posiciones nacionales estaban muy decididas y claras. Sin embargo, coincidiendo con este giro en el que Zaragoza gana peso municipal, el debate a nivel estatal y mundial es más profundo: las ciudades abarcan mucho más allá del municipio. Se habla de Áreas Urbanas Funcionales o Áreas Metropolitanas. Y es ahí donde la ciudad de Zaragoza «pincha«, pese al fuerte crecimiento de los municipios del entorno metropolitano como Cuarte o Utebo.
En Sevilla, por ejemplo, la noticia de que Zaragoza la supere en población no sorprende y, aunque cae como un jarro de agua fría, la realidad urbana de la capital andaluza es diferente: tiene municipios ‘hermanos’ que, aunque independientes, actúan como barrios de la propia ciudad. Durante los últimos años, el debate ha quedado establecido en la distinta forma de contabilizar la población y en la necesidad de frenar la pérdida de habitantes hacia municipios del Aljarafe y de la segunda corona metropolitana. Muchos expertos señalan que la ciudad mantiene una vitalidad cultural y económica innegable, pero arrastra dificultades para retener población residente en su término municipal, una tendencia que impacta en las cifras oficiales aunque no refleje la importancia real de su área urbana. Es más, es capital de una región de 8 millones de habitantes frente a los 1,4 millones de Aragón.
Solo hay que ver otro dato: Sevilla, pese a arrastrar históricamente una de las peores tasas de desempleo de las capitales provinciales del país, cuenta en su municipio con 100.000 afiliados más a la Seguridad Social que Zaragoza. La capital aragonesa, de hecho, es alumna aventajada, porque es de las grandes la que más cerca está de llegar al ansiado ‘pleno empleo’, pero ni con los mejores datos consigue superar las cifras del mercado laboral hispalense.
El INE pone freno y rebaja la «euforia» demográfica del Ayuntamiento de Zaragoza: 17.000 habitantes menos que el padrón según el INE
Pese a que el sorpasso a Sevilla es oficial, hay un dato que siempre ha despertado recelos en Madrid y, más en concreto, en el seno del Instituto Nacional de Estadística que cierra las cifras oficiales de los municipios: la capital aragonesa siempre ha ‘engordado’ los datos del padrón por encima del resto de ciudades.
La polémica surge porque los datos censales (de naturaleza estadística y basados en múltiples registros administrativos) no siempre coinciden con los padrones municipales, que reflejan empadronamientos en tiempo real. Zaragoza, tradicionalmente poblada y con un área metropolitana en fuerte expansión (pero todavía con una población baja en comparación con otras ciudades), suele presentar cifras más elevadas en su padrón que las que finalmente valida el INE en la revisión censal. Esto alimenta la percepción, especialmente desde la capital aragonesa, de que el censo “no recoge toda la población real”.
Con los datos a 1 de enero, hay 17.000 personas en el ‘limbo’, una cifra que sube hasta casi los 30.000 habitantes si tenemos en cuenta que, según el padrón, bien avanzado el 2025, cifra los habitantes de la ciudad en 727.000. Sin embargo, pese a rebajar la cifra que da el consistorio, esto no significa que el crecimiento de la ciudad no sea real y sostenido.
La diferencia llega, en principio, de los cambios de residencia de los ciudadanos. La mayoría no se dan de baja del padrón municipal, aunque se empadronen en otro municipio, independientemente de si es en el extranjero, en otra región o en una localidad de la misma provincia. Es aquí cuando el INE ‘depura‘ los datos y corrige las diferencias detectadas, aunque es toda una incógnita conocer por qué en la ciudad de Zaragoza la diferencia siempre es de las más grandes entre las ciudades estatales.
Por lo tanto, el dato oficial de población es el que da el INE, que son los 699.007 habitantes a 1 de enero de 2025 y no los 716.000 (a principios de enero) o los 727.000 (en el pasado mes de octubre) que asegura que tiene la ciudad, en la actualidad, el Ayuntamiento de Zaragoza.
La pretensión de los 800.000 habitantes en Zaragoza: ¿más pronto de lo previsto?
Si hay algo que llama la atención son las declaraciones dentro del Ayuntamiento, que vaticinan los 800.000 habitantes dentro del municipio. En más de una ocasión se ha escuchado a la alcaldesa, Natalia Chueca, repetir hasta la saciedad que la capital es la cuarta ciudad de España y que aspira a los 800.000 habitantes, pero ¿cuándo?
Establecer un momento en el que la ciudad de Zaragoza llegue a los 800.000 habitantes es un juego de videncia, ya que es imposible saber qué puede ocurrir demográficamente en los próximos meses y años. No obstante, hay una tendencia actual y, según los últimos datos, el incremento de población sigue aumentando a buen ritmo.
En declaraciones a Aragón Radio, el concejal de Infraestructuras y Urbanismo, Víctor Serrano, vaticinó que «con el actual crecimiento, si este sigue así, la ciudad alcanzaría en cinco o seis años los 800.000 habitantes«. Es decir, que que esta cifra llegaría en el ejercicio 2030 o 2031.
El crecimiento demográfico de la ciudad de Zaragoza dependerá, sobre todo, de que se materialicen los anuncios de inversión en tiempo y forma y, por otro lado, de la llegada de la inmigración extranjera. Y no solo se piensa cuando se habla de proyectos en los centros de datos, generadores de poco empleo en la fase de explotación, sino también de las apuestas como la fábrica de baterías, el centro logístico de BonÀrea, la plataforma logística de Zuera, la ampliación de PlaZa, el crecimiento de Inditex o la Centro Agroalimentario del Grupo Costa en Villamayor de Gállego.
Hay que tener en cuenta que desde el fin de la crisis sanitaria el número de afiliados a la Seguridad Social en Zaragoza y el área metropolitana se han incrementado al mismo ritmo que la ganancia de población, por lo que en principio, el crecimiento demográfico viene sustentado por las crecientes oportunidades laborales.