Las temperaturas caerán en picado, hasta 20 grados en pocas horas, pasando del calor sofocante al alivio térmico generalizado gracias a la llegada del cierzo
Primer gran «trámite» del verano superado en Zaragoza. El episodio de calor que hemos vivido durante esta semana llega a su fin, aunque el calor volverá días después, sin tanta intensidad. Es decir, tendremos en pocas horas un gran respiro del calor. Será gracias a la llegada del cierzo, que hará que los mercurios desciendan rápidamente por el cambio de vientos de Sur a Noroeste.
Las elevadas temperaturas durante el mes de julio y lo que queda de agosto son normales a orillas del Ebro. Lo normal para esta época del año es que los termómetros tengan máximas, de media, de alrededor a los 32 grados, aunque existan días en los que superemos este valor e incluso rocemos los 40.
Sin embargo, el inicio de este mes ha sido más fresco de lo que preveía la AEMET, organismo que en su informe estacional apuntaba a que tendríamos en la capital aragonesa temperaturas «ligeramente por encima de la media».
Los 40 grados registrados estos días (el jueves se rozaron en el aeropuerto de Zaragoza) van a ser historia en pocas horas, y podrían no volver en, al menos, diez días (hasta donde llega la previsión más fiable). El viento va a ser el claro responsable del alivio del calor, pero ¿desde qué hora y momento? ¿Y hasta cuándo?
El cierzo comenzará a soplar, lo que provocará que las temperaturas caigan de manera drástica en la ciudad de Zaragoza y ribera del Ebro
Con el calor siendo el auténtico protagonista de las conversaciones ciudadanas estos días y con las piscinas reduciendo su precio hasta el sábado 20 por la alerta del Ayuntamiento de Zaragoza, la buena noticia para los que se agobian con el calor es que las temperaturas van a caer. ¡Y de qué manera!
Así, desde la tarde del sábado 20 empezará a soplar el cierzo, aunque no será suficiente para que el termómetro nos dé un respiro. Será entre las 21:00 y 22:00 horas cuando entren rachas fuertes de viento que provocarán una caída drástica de la temperatura: si la máxima se espera en los 41 grados por la tarde, pasada la medianoche apenas se registrarán 20.
Desde primeras horas de la noche del sábado se podrá prescindir del aire acondicionado y el ventilador, abriendo las ventanas para poder ventilar la casa y que se enfríen las viviendas de manera natural y gratuita.
Si la temperatura máxima prevista se cumple, el domingo los termómetros estarán claramente por debajo de las temperaturas máximas medias para el mes: dos o tres grados menos al llegar a los 29 de máxima en las horas centrales de la jornada dominical.
Será el lunes por la mañana cuando los termómetros marquen mínimas que, durante la noche anterior, seguro que nos habrá ayudado a haber conciliado el sueño sin necesidad de estar pendientes del aire acondicionado o el ventilador. Por la mañana, esta temperatura sería de 16 grados, algo que se agradecerá tras varios días con noches tropicales.
Ya durante la semana del 22 de julio, las temperaturas volverán rebotar: las máximas serán de 35, 38, 36 y 37 grados el lunes, martes, miércoles y jueves respectivamente. Por lo tanto, será complicado superar, alcanzar o rozar los 40 grados. Asimismo, las mínimas para estos días no superarán los 20 grados, por lo que no serían tropicales.